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Drogas de diseño, tipos y peligros

El término ‘drogas de diseño’ se refiere a un grupo amplio de sustancias fabricadas en laboratorios a través de procesos químicos. Algunas de las más conocidas incluyen el éxtasis, GHB, ketamina y PCP, este último conocido también como ‘polvo de ángel’.

Estas drogas suelen contener derivados de las anfetaminas u otras sustancias que pueden tener efectos estimulantes o alucinógenos de diferentes intensidades. Se presentan en el mercado en diversas formas, como pastillas, cápsulas, polvos o líquidos, a menudo diseñadas para atraer a jóvenes.

Aunque algunas de estas sustancias fueron descubiertas hace tiempo por compañías farmacéuticas, estas empresas abandonaron sus investigaciones debido a los efectos secundarios no deseados. Hoy en día, se producen en laboratorios clandestinos, y como su composición final es desconocida, son especialmente peligrosas.

Los consumidores nunca saben exactamente qué están tomando, lo que hace que los efectos no sean previsibles.

Éxtasis

Aunque son varias las sustancias englobadas en el término drogas de síntesis, la más popular es el éxtasis (conocido técnicamente como MDMA o 3-4 metilenedioximetanfetamina).

Se trata de una droga sintética, químicamente similar a la metanfetamina (estimulante) y a la mescalina (alucinógeno), aunque los efectos que produce no son claramente la suma de ambas.

El éxtasis tiene un efecto vigorizante y de aumento de la percepción a través de los sentidos, en especial del tacto, produciendo una sensación de bienestar, de cercanía, y de conexión con las demás personas.

Polvo de ángel o PCP

La fenciclidina, polvo de ángel o PCP es un polvo blanco, cristalino, que se disuelve fácilmente en agua o alcohol. Tiene un sabor amargo y se puede mezclar con facilidad con colorantes.

Se presenta en forma de tabletas, cápsulas y polvos de colores y se consume inhalada, fumada o por vía oral.

La PCP afecta el funcionamiento cerebral, bloqueando la capacidad de concentración y de pensamiento lógico, y alterando la percepción, los pensamientos y el estado de ánimo. Algunos usuarios experimentan euforia en diferentes grados, mientras que otros sienten ansiedad o pánico.

Su consumo habitual produce trastornos emocionales, pérdida de memoria, dificultad para hablar y pensar, síntomas depresivos y pérdida de peso, que pueden persistir hasta un año después de suspender su uso.

La PCP potencia el efecto de otros depresores del sistema nervioso central, como el alcohol y las benzodiazepinas, pudiendo incluso poner en peligro la vida.

Poppers

Los poppers se incluyen en el grupo de los inhalantes. Están compuestos en su mayoría por nitritos de amilo, butilo o isobutilo. Son líquidos incoloros e inodoros que se venden en pequeños botes de cristal para inhalar. El nitrIto de amilo es una sustancia muy volátil e inflamatoria y nunca ha de ser ingerida porque puede ser mortal.

Producen un efecto estimulante y vasodilatador que se percibe a los pocos segundos de inhalar la sustancia, con sensación de euforia, ligereza, y aumento del deseo sexual, aunque estos efectos desaparecen rápidamente y dan paso a una sensación de agotamiento.

Los efectos adversos producidos son enrojecimiento de la cara y el cuello, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, aumento de la frecuencia cardiaca e hipotensión.

Los poppers crean tolerancia, lo que unido a la breve duración de sus efectos, lo convierte en una droga peligrosa, con un elevado riesgo de intoxicación por sobredosis.

Otras drogas de diseño

Fuente: Plan Nacional Drogas. Ministerio de Salud.